Los calambres musculares asociados al ejercicio físico es algo común entre l@s deportistas ya sea a nivel recreativo o de competición. Y a pesar de tener una prevalencia alta, su causa sigue siendo desconocida. Las teorías para la causa de estos calambres se basan principalmente en estudios anecdóticos y observacionales más bien que en evidencia experimental. Por lo que sin una causa clara, los tratamientos y las estrategias de prevención no siempre tienen éxito.
Una causa de estos calambres puede ser el número y ubicación de los músculos afectados. Normalmente suelen ocurrir en músculos que tienen varias cabezas o partes como el tríceps sural, cuádriceps e isquiotibiales, al contraerse en un estado acortado. Los calambres musculares pueden reconocerse porque provocan un dolor agudo, rigidez, hinchazón o anudamiento del músculos y posible dolor que puede durar varios días. Los deportistas a menudo se quejan de los síntomas de un calambre muscular hasta 8 horas después del ejercicio, ya que es el periodo de mayor susceptibilidad.
TEORÍAS DE LA CAUSA DE LOS CALAMBRES MUSCULARES ASOCIADOS AL EJERCICIO FÍSICO
Tradicionalmente se cree que es causada por factores asociados al ejercicio en ambientes calurosos y húmedos, por deshidratación y/o desequilibrios electrolíticos, pero la evidencia sugiere que es por una causa neuromuscular. Además, algunos autores han sugerido que puede haber diferentes tipos de calambres musculares asociados al ejercicio y, por tanto, diferentes causas. Por lo que sin una causa clara, los tratamientos y estrategias de prevención varían mucho y tienen una eficacia limitada.
La teoría de la deshidratación-desequilibrio de electrolitos es la más común entre los profesionales de la salud. Los autores afirman que debido a que el cuerpo no almacena suficiente agua para hacer ejercicio físico y los deportistas no ingieren suficiente agua para reemplazar las cantidades que se pierden durante el ejercicio, los calambres musculares son el resultado del agotamiento de fluidos y electrolitos. Esta teoría también se basa en algunos estudios en los que se observaba que la mayoría de los calambres se producían en los meses más calurosos en jugadores de fútbol. Otras pruebas de esto es que los calambres se producían mucho en deportistas con grandes pérdidas de sudor. Pero también se han observado que se producían calambres en maratonianos que corrían a temperatura que no era muy calurosa. Por lo que los calambres pueden ser un signo de advertencia de deshidratación-desequilibrio electrolítico. Por lo tanto, esta teoría no está muy clara, ya que también se producían calambres en deportistas que estaban bien hidratados.
La teoría neuromuscular propone que la sobrecarga muscular y la fatiga neuromuscular causan un desequilibrio entre los impulsos de excitación de los músculos y los impulsos inhibidores de los órganos del tendón de Golgi. Estos calambres suelen ocurrir cuando el músculo se contrae en una posición ya acortada. La tensión reducida en el tendón del músculo reduce la retroalimentación inhibidora, causando que el músculo se calambre del desequilibrio entre las unidades inhibitorias y excitatorias a la neurona motora alfa. Esta teoría parece tener más fundamento y ser más fiable que la teoría de la deshidratación-desequilibrio de electrolitos.
Además, los calambres musculares ocurren con mayor frecuencia al final de las competiciones y el trabajo físico y cuando el músculo se contrae mientras que está acortado. Un tratamiento para aliviar el calambres es el estiramiento de ese músculo. Pero esta teoría también tiene limitaciones, ya que no está claro lo fatigado que tiene que estar un músculo para que se produzca un calambre en el, además no se sabe si la fatiga se produce en el músculo o en la médula espinal o el cerebro. Es probable que el grado de fatiga requerido para provocar calambres sea único para cada deportista.
Debido a que los calambres musculares asociados al ejercicio físico ocurren en una gran variedad de situaciones, condiciones ambientales y poblaciones, es poco probable que un solo factor (por ejemplo, deshidratación, desequilibrio de electrolitos o factores neuromusculares) sea responsable de causarlos directamente. Es más probable que estos calambres se deban a una combinación de varios factores que se producen simultáneamente bajo circunstancias fisiológicas específicas de cada deportista.
TRATAMIENTO DE LOS CALAMBRES MUSCULARES RELACIONADOS CON EL EJERCICIO FÍSICO
La escasez de datos experimentales y el no saber la causa exacta, hace que no haya un tratamiento específico para los calambres musculares y ha causado la aparición de numerosas técnicas y productos para tratarlos pero sin éxito ni evidencia.
Un tipo de tratamiento que si ha resultado ser eficaz es el estiramiento, sobre todo en el momento en el que nos da un calambre, para aliviarlo de momento.
PREVENCIÓN DE LOS CALAMBRES MUSCULARES
Suponiendo que las teorías puedan ser ciertas, se recomienda que los deportistas estén bien hidratados. Además, ingerir 1 litro de agua o bebida deportiva hipotónica por lo menos 1h antes de la competición, puede ser una buena estrategia para evitar estos calambres, ya que la mayoría de líquidos, electrolitos y nutrientes han sido absorbidos y están disponibles en el cuerpo. También ayuda llevar una dieta equilibrada, ya que gran parte de la sustitución de líquidos y electrolitos se produce durante las comidas.
Respecto a la teoría neuromuscular, sería interesante realizar ejercicios que impliquen al sistema neuromuscular, por ejemplo, ejercicios pliométricos pueden ser beneficiosos para provocar adaptaciones neurales en el huso muscular y disparar los receptores, aumentando la eficiencia y la sensibilidad de las vías utilizadas para el control neuromuscular. El entrenamiento de resistencia también puede servir como un medio eficaz para prevenir los calambres musculares, ayudando a retrasar la fatiga neuromuscular.
CONCLUSIONES
- Los calambres musculares relacionados con el ejercicio físico son comunes y afectan a varias poblaciones diferentes. A pesar de su prevalencia, existen pocos datos experimentales sobre su causa, tratamiento y prevención. Aunque se han propuesto varias teorías sobre su causa, gran parte de la evidencia no es científica u observacional. Existen numerosas estrategias de prevención anecdóticas no probadas para la prevención de estos calambres musculares. El nivel de evidencia para estas estrategias de prevención es bajo.
- Es probable que la causa de los calambres musculares asociados al ejercicio físico sea por una combinación de varios factores.
- El estiramiento parece ser una estrategia eficaz independientemente de la causa de los calambres.
BIBLIOGRAFÍA
- Kevin C. Miller, PhD, ATC, CSCS,*† Marcus S. Stone, PhD, ATC,‡ Kellie C. Huxel, PhD, ATC,§ and Jeffrey E. Edwards (2010). Exercise-Associated Muscle Cramps. Causes, Treatment, and Prevention. Sports Health. 2(4): 279–283.