La movilización de cargas es una actividad que ocasiona un aumento de actividad en las estructuras raquídeas. Existen ejercicios donde las estructuras raquídeas se movilizan en diferentes planos para ejecutar el movimiento. En otros casos, como al desarrollar músculos de miembros superiores, el raquis no debe movilizarse, debiendo estar fijado. No obstante, una ejecución incorrecta por un aprendizaje técnico incorrecto o por la movilización de una carga excesiva implica su desplazamiento en algún o algunos de los planos del espacio, aumentando los niveles de estrés en los diferentes tejidos vertebrales.
Mantener la columna vertebral alineada en estos ejercicios es una clave de la correcta ejecución del ejercicio. Los segmentos vertebrales sometidos a una carga compresiva mantenida en postura de flexión son menos resistentes (43-47% menos) a la rotura (Gunning y cols., 2001). Además, el control de la estabilidad raquídea se reduce en posturas asimétricas, aumentando el riesgo de lesiones lumbares (Granata y Wilson, 2001). La hernia discal parece estar asociada a los movimientos repetidos de flexión que se acompañan de fuerzas compresivas moderadas (Doers y Kang, 1999; Callaghan y McGill, 2001; Simunic y cols., 2001), y a flexión completa acompañada de inclinación lateral y rotación (McGill, 1997). Hedman y Fernie (1997) en un estudio in vitro, sometieron a 12 raquis lumbares (L1-S1) a una carga constante de 500 N durante 30 minutos, en inversión y en lordosis lumbar, midiendo las fuerzas que recaen sobre diferentes estructuras de las articulaciones intervertebrales. Sus resultados indican que mantener una postura lordótica es preferible, ya que se balancean las cargas sobre diferentes estructuras espinales. Mientras, la postura invertida aumenta las fuerzas de tensión en la pared posterior del anillo.
FACTORES PREDISPONENTES DE LESIÓN RAQUÍDEA
Numerosas investigaciones han establecido que una gran carga localizada en un tejido desencadena lesiones. Varios estudios han mostrado que cargas importantes de cizalla, compresión, la mayor velocidad del tronco, momento de fuerza extensor en el raquis y trabajo con cargas pesadas, aumenta la frecuencia del dolor lumbar o el incremento del riesgo de lesión raquídea (McGill, 2002).
La frecuencia y velocidad del movimiento, momento de fuerza y posturas mantenidas
Los movimientos repetitivos, particularmente cuando se combinan con grandes fuerzas o posturas incorrectas, incrementan el riesgo de lesiones musculo-esqueléticas (Barr y Barbe, 2002). La carga raquídea está influenciada por el peso de la misma así como por la velocidad de extensión del tronco (Granata y Marras, 1995). Davis y Marras (2000) establecen que las actividades dinámicas juegan un papel importante en las alteraciones lumbares, particularmente cuando el movimiento se produce en varios planos simultáneamente y cuando la velocidad es mayor. Si el levantamiento de una carga es rápido se producen grandes incrementos en las fuerzas compresivas, de cizalla, y en la actividad mioeléctrica lumbar (Hall, 1985). Davis y Marras (2000), en un trabajo de revisión acerca del movimiento del tronco, muestran que el trabajo dinámico incrementa la compresión entre un 10-50%, un 50-325% la cizalla lateral y un 10-30% la cizalla antero-posterior. Mantener el raquis fijado estáticamente al ejecutar los ejercicios, sin pérdida de linealidad y sin oscilaciones del tronco, reduce el estrés de compresión y cizalla en el mismo.
Acumulación de carga (compresión, cizalla, tensión y torsión)
La carga raquídea ha sido citada como factor biomecánico que contribuye a provocar lesiones raquídeas (Granata y Wilson, 2001). La compresión raquídea es un mecanismo asociado con las alteraciones lumbares (Granata y Marras, 1999). El raquis toraco-lumbar aislado se hiperflexiona bajo cargas compresivas que excedan 20 N, y el raquis lumbar bajo aproximadamente 90 N. Sin embargo, en vivo, un raquis puede experimentar cargas compresivas de 6000 N para las actividades más intensas de la vida diaria y hasta 18000 N en los competidores de halterofilia (Cholewicki y McGill, 1996). El aumento de la carga raquídea se incrementa con la activación muscular, fatiga muscular, presión discal y por la disminución de la estatura (Pope y cols., 1999). Las cargas de cizalla dependen del ángulo del tronco, el peso de los segmentos superiores y la carga movilizada (Cholewicki y cols., 1991). Las fuerzas de cizalla son significativamente mayores conforme aumenta el grado de flexión lumbar (Potvin y cols., 1991). Callaghan y McGill (1995) analizaron la anatomía y control neural de la musculatura del tronco en sujetos expuestos a cargas externas de cizalla y compresión con momentos equivalentes para evaluar los patrones de activación y carga en el raquis lumbar. Las tareas donde se aplicaba una fuerza compresiva externa mostraron, significativamente, mayor nivel de activación en todos los grupos musculares analizados. Los movimientos asimétricos, donde existe algún grado de giro, reducen la estabilidad y aumentan las cargas raquídeas (Granata y Wilson, 2001). Kelsey y cols. (1984) indican que, si se realizan con frecuencia giros del tronco, el riesgo de lesión discal aumenta, especialmente si estos se combinan con manejo de cargas.
La repetición sistemática de movimientos de flexión del raquis, así como combinaciones de acciones articulares
Las posturas extremas tienden a cambiar el potencial de tensión de algunos músculos e influenciar las cargas articulares (McGill, 1991). El riesgo de lesión está influenciado por el grado de flexión lumbar, puesto que a mayor ángulo, mayor carga raquídea (Granata y Wilson, 2001). La flexión completa reduce la habilidad del raquis para soportar cargas compresivas (Gunning y cols, 2001). La flexión combinada con rotación incrementa el riesgo de lesión por torsión (McGill, 1992; Young y cols., 1997). Los datos de Au y cols. (2001) sugieren que los movimientos repetidos de torsión imponen una gran carga acumulada en el raquis respecto a movimientos de flexión o inclinación lateral que generan similar momento de fuerza. El disco y la vértebra fallan con mayor facilidad cuando las cargas se producen simultáneamente en diferentes planos (Davis y Marras, 2000).
1 comentario. Dejar nuevo
Me parece excelente la información¡
Tienes algunos artículos o libros que me ayuden a sustentar los movimientos no permitidos en columna y rodillas???
Mil gracias