Cuando pasamos de ser una persona sedentaria a una persona activa (que realiza ejercicio de manera regular), los distintos órganos y sistemas de nuestro cuerpo se van adaptando y experimentando cambios progresivamente con el fin de soportar mejor las cargas de trabajo que realizamos con el ejercicio físico.
Y a continuación os voy a explicar las distintas adaptaciones fisiológicas que se producen en nuestro cuerpo cuando empezamos a correr y hemos sido una persona sedentaria.
ADAPTACIONES CARDIOCIRCULATORIAS
Para ser un corredor de resistencia es importante tener un sistema cardiovascular adaptado a este tipo de ejercicio. Las sesiones largas de entrenamiento persiguen principalmente generar una potente bomba cardiaca y establecer un sistema de distribución de la sangre eficaz que permita llevar oxígeno y nutrientes a todos los tejidos del organismo, especialmente a los músculos. Además podemos experimentar también una hipertrofia del músculo cardiaco debido a estas adaptaciones, pero esta hipertrofia ocurrida por el ejercicio no supera los límites considerados normales en el ámbito clínico. Para entender mejor esto os recomiendo que leáis esta otra entrada en la que os explico lo que es el síndrome de corazón grande o corazón de atleta, que considero muy importante que conozcáis.
El corazón del corredor de fondo se caracteriza por tener unas paredes fuertes y algo hipertrofiadas, con cámaras amplias (ventrículos y aurículas) para poder albergar mayor volumen de sangre y proyectarlo con fuerza hacia todo el sistema vascular. Pero quizás la adaptación más importante del corazón es la capacidad de llenarse fácilmente de sangre, lo que se conoce como compliance o distensibilidad. Se puede decir que el corazón de un corredor es un corazón fácilmente distensible (elástico), con cavidades amplias y fuerte en su contracción. En resumen, un corazón capaz de llenarse más (en comparación al de una persona sedentaria) y contraerse con más fuerza, llevando así más sangre oxigenada hacia todos los tejidos del organismo.
Además hay otras adaptaciones que se producen a nivel cardiocirculatorias:
- La distribución de la sangre hacia los tejidos se realiza de manera más eficaz por medio de los vasos sanguíneos más dilatados.
- Hay un mejor retorno de la sangre venosa al corazón debido a un sistema venoso más elástico y con mayor tono.
- El volumen de sangre aumenta como consecuencia del entrenamiento, de manera que un corredor en forma tiene más sangre circulando por el sistema vascular que una persona sedentaria. Esta adaptación permite que el corazón pueda lanzar más sangre oxigenada a los tejidos al poder llenarse más y permite mayores tasas de sudoración como mecanismo termorregulador.
Todas estas adaptaciones circulatorias favorecen valores de tensión o presión arterial menores que en personas sedentarias. Por lo que podemos decir que el entrenamiento de resistencia aeróbica facilita el control de la presión arterial.
ADAPTACIONES PULMONARES
La capacidad pulmonar del corredor o el volumen de aire que puede introducir en los pulmones, es mayor que en las personas sedentarias de la misma edad, talla y peso.
Además, lo corredores alcanzan mayores frecuencias respiratorias por minuto, lo que sumado a mayor volúmenes de aire en cada respiración, les lleva a poder alcanzar ventilaciones pulmonares superiores a las personas sedentarias. Llevando más aire a los pulmones se consigue oxigenar más rápidamente la sangre.
Otra adaptación es que los músculos respiratorios de los corredores de fondo son más fuertes y resistentes a la fatiga que los de las personas no entrenadas o sedentarias.
ADAPTACIONES SANGUÍNEAS
La adaptación más importante de este apartado es el aumento del volumen plasmático que es la parte líquida de la sangre que corresponde a agua en un 90%. Esto provoca un fenómeno de dilución de los glóbulos rojos circulantes, que quiere decir que hay más líquido para igual número de elementos formes o células, por lo que la sangre es menos viscosa y más fácilmente transportable por el corazón, lo que permite una mejor oxigenación de los músculos activos durante la carrera.
Otra adaptación importante que se produce es lo que se denomina «perfil cardiosaludable», que hace referencia a descensos en los niveles de triglicéridos y lipoproteinas de baja densidad (LDL o «colesterol malo») junto con aumentos de lipoproteinas de densidad alta (HDL o «colesterol bueno»).
ADAPTACIONES ENERGÉTICAS Y MUSCULARES
ENERGÉTICAS
El entrenamiento del corredor de resistencia aeróbica tiene como uno de sus principales objetivos acostumbrar al cuerpo y facilitar el consumo de ácidos grasos (grasas) como fuente de energía, de tal manera que cuanta más grasa sea capaz de utilizar, menos glucógeno gastará y más tardará en aparecer la fatiga muscular. Esta adaptación, quizás una de las más importantes del corredor de maratón, solo se conseguirá a base de horas de entrenamiento a baja o moderada intensidad (entrenamiento continuo extensivo), a base de volumen y no de intensidad.
MUSCULARES
Los músculos implicados en la carrera son más eficientes a la hora de obtener energía para la contracción, al aumentar el número de unidades energéticas (mitocondrias) y el número de capilares sanguíneos que llegan al músculo. Esa mayor eficiencia ahorra combustible (glucógeno) y permite también retrasar la fatiga.
BIBLIOGRAFÍA
- J. L. Chicharro, D. Sánchez. Fisiología y Fitness para corredores populares. Editorial: prowellness.
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muchas gracias me sirvió bastante el contenido.