Está aceptado generalmente que el aumento de la flexibilidad músculo-tendinosa promueve mejores prestaciones y disminuye el número de lesiones. Los ejercicios de estiramientos se suelen incluir regularmente en el calentamiento y enfriamiento, sin embargo, se han reportado hallazgos contradictorios en la literatura. Varios autores han sugerido que el estiramiento tiene un efecto beneficioso sobre la prevención de lesiones. Por el contrario, la evidencia científica clínica sugiere que el estiramiento antes del ejercicio no previene lesiones. Aparentemente no existe ninguna receta científica para los ejercicios de estiramiento y no se pueden sacar conclusiones claras acerca de la relación entre estiramiento y lesiones deportivas.
Este tipo de contradicciones se pueden explicar considerando el tipo de deporte que cada persona practica. Deportes que implican actividades de rebote y salto con una intensidad alta y ciclos de estiramiento-acortamiento, requieren una unidad músculo-tendón que sea lo suficientemente compatible como para almacenar y liberar gran cantidad de energía elástica que beneficie el rendimiento en tales deportes. Si los participantes de estos deportes tienen una unidad múculo-tendón insuficiente, las demandas de absorción y liberación de energía pueden exceder rápidamente la capacidad de la unidad músculo-tendón. Esto puede conducir a un mayor riesgo de lesión de esta estructura. En consecuencia, la razón de la prevención de lesiones en estos deportes es aumentar la capacidad de la unidad músculo-tendinosa. Estudios recientes han demostrado que los programas de estiramiento pueden influir significativamente en la viscosidad del tendón y hacerlo más compatible, y cuando un deporte exige ciclos de estiramiento-acortamiento de alta intensidad, el estiramiento puede ser importante para la prevención de lesiones.
Por el contrario, cuando el tipo de actividad deportiva contiene ciclos de estiramiento-acortamiento de baja intensidad o limitados (por ejemplo trotar, ir en bici y nadar), no hay necesidad de una unidad músculo-tendón muy compatible, ya que la mayor parte de su generación de energía es una consecuencia del trabajo muscular que necesita ser transferido directamente por el tendón al sistema articular para generar movimiento. Por lo tanto, el estiramiento puede no ser ventajoso. Esto es apoyado por la literatura, donde existe una fuerte evidencia de que el estiramiento no tiene ningún efecto beneficioso sobre la prevención de lesiones en estos deportes.
MECANISMO DE TRABAJO DE LA UNIDAD MÚSCULO-TENDÓN DURANTE EL MOVIMIENTO
Los sistemas músculo-tendinosos pueden generar fuerzas de dos maneras distintas: como un resorte de tipo elástico en el movimiento de acortamiento del estiramiento que ocurre, por ejemplo, durante las actividades de tipo salto, y como convertidores de energía metabólica en trabajo mecánico en contracciones predominantemente concéntricas, ya que los músculos rígidos transmiten inmediatamente fuerza a la unión músculo-hueso.
ESTIRAMIENTO Y LESIONES EN DEPORTES CON MOVIMIENTOS INTENSOS DE ESTIRAMIENTO-ACORTAMIENTO
Un grupo de equipos de fútbol asignados al azar a una rutina de calentamiento y estiramiento adecuada y supervisado por médicos y fisioterapeutas, tuvieron un 75% menos de lesiones que el grupo control que no realizaron este tipo de sesiones. Además, tener una unidad músculo-tendinosa rígida de cuádriceps e isquiotibiales, es un factor de riesgo para el desarrollo de tendinopatía rotuliana. Además, los jugadores con alguna lesión en isquiotibiales o cuádriceps tenían una peor unidad músculo-tendón que los que no se habían lesionado.
ESTIRAMIENTO Y LESIONES EN DEPORTES CON MOVIMIENTOS DONDE NO HAY CICLO DE ESTIRAMIENTO-ACORTAMIENTO
Si realizamos deportes con baja o nula frecuencia de movimientos donde se produzca ciclo estiramiento-acortamiento (por ejemplo ciclismo o natación) o un deporte con una alta frecuencia de estos movimientos pero con un porcentaje bajo del máximo (por ejemplo correr suave), estos movimientos utilizan poca capacidad de absorción de energía de la unidad músculo-tendón. Para un rendimiento óptimo en tales deportes, los tendones no necesitan funcionar como buenas estructuras de absorción de energía. Dado que la capacidad máxima de absorción de energía de estos tendones no estirados (rígidos) es menos probable que se exceda durante estas actividades deportivas, por lo que el riesgo de daño en el tendón o en el músculo será relativamente bajo. Además el estiramiento en estos deportistas probablamente no conduzca a un aumento de lesiones. Entonces, ¿por qué no se estiran si no daña? La respuesta está relacionada con el rendimiento. Si estos deportistas estiran mucho, pueden estar menos adaptados para sus actividades deportivas y, en consecuencia, ser menos eficientes durante el movimiento. En algunas actividades deportivas, los tendones rígidos son ventajosos para realizar movimientos rápidos porque permiten rápidos cambios de tensión y, por lo tanto, respuestas de movimiento de las articulaciones más rápidas, y tal vez proporcionen información más sensible al sistema nervioso central con respecto a la longitud y a la tensión muscular.
CONCLUSIONES
- El estiramiento es quizá la rutina más común defendida por los entrenadores deportivos y los profesionales de la medicina deportiva. Sin embargo, en la literatura se han reportado datos contradictorios sobre la relación entre flexibilidad y lesión deportiva. Las recomendaciones de estirar están nubladas por conceptos erróneos e informes de investigación contradictorios.
- Puede ser que una parte de esta contradicción se pueda explicar considerando el tipo de actividad deportiva en la que se participa. Los deportes que implican acciones explosivas del tipo con muchos movimientos intensos de ciclo de estiramiento-acortamiento, requieren una unidad del músculo-tendón que sea suficientemente capaz de almacenar y liberar alta cantidad de energía elástica.
- Recientemente se ha demostrado que el estiramiento es capaz de aumentar el cumplimiento de los tendones humanos y, como resultado, aumentar la capacidad del tendón para absorber energía. Por lo tanto, en estos deportes se sugiere que el estiramiento es importante como medida preventiva de lesiones. Cuando la unidad músculo-tendinosa es menos flexible en este tipo de actividades deportivas, existe un factor predisponente para las lesiones relacionadas con el ejercicio, ya que el tendón es incapaz de absorber suficiente energía, que puede conducir al daño del tendón y/o del músculo.
- Cuando la actividad deportiva no contiene movimientos de estiramiento-acortamiento intensos (ciclismo, trotar), la totalidad o la mayor parte del trabajo se convierte directamente en trabajo externo. En estos casos no hay necesidad de tener un tendón flexible, ya que la cantidad de absorción de energía permanece baja. Por lo tanto, los ejercicios adicionales de estiramiento para mejorar el cumplimiento del tendón puede no tener ningún efecto beneficioso sobre la prevención de lesiones.
- También hay que tener en cuenta que la causa de las lesiones puede ser por muchos motivos. Extraer solo un aspecto (por ejemplo el estiramiento) y examinar su efecto sobre la incidencia de lesiones es una perspectiva bastante estrecha sobre este problema. Por ejemplo se cree que la fatiga es un factor predisponente en la lesión muscular. Además, quedan otros problemas. Incluso dentro del mismo deporte como las demandas en diferentes jugadores (posición en el campo) pueden ser diferentes. Sin embargo, se cree que se debe prestar mucha más atención al tipo de actividad en la que participa el deportista cuando se consideran los méritos del estiramiento para prevenir lesiones.
BIBLIOGRAFÍA
- E. Witvroiuw, N. Mahieu, L. Danneels, P. McNair. Stretching and injury prevention and obscure relationship (2004). Sports Med.